domingo, 23 de octubre de 2011

Contexto I

Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas. Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. Siente en su alma que su amor es algo solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir. Así que el amante apenas puede hacer una cosa: cobijar su amor en su corazón lo mejor posible; debe crearse un mundo interior completamente nuevo, un mundo intenso y extraño, completo en sí mismo.

Y hay que añadir que este amante no tiene que ser necesariamente un joven que esté ahorrando para comprar un anillo de boda: este amante puede ser hombre, mujer, niño; en efecto, cualquier criatura humana sobre esta tierra. Pues bien, el amado también puede pertenecer a cualquier categoría. La persona más estrafalaria puede ser un estímulo para el amor. Un hombre puede ser un bisabuelo chocho y seguir amando a una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw dos décadas atrás. Un predicador puede amar a una mujer de la vida. El amado puede ser traicionero, astuto o tener malas costumbres. Sí, y el amante puede verlo tan claramente como los demás, pero sin que ello afecte en absoluto la evolución de su amor.

La persona más mediocre puede ser objeto de un amor turbulento, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la ciénaga. Un buen hombre puede ser el estímulo para un amor violento y degradado, y un loco tartamudo puede despertar en el alma de alguien un cariño tierno y sencillo. Por lo tanto, el valor y la calidad del amor están determinados únicamente por el propio amante. Por este motivo, la mayoría de nosotros preferimos amar que ser amados.

Casi todo el mundo quiere ser el amante. Y la verdad a secas es que de un modo profundamente secreto, la condición de ser amado es, para muchos, intolerable. El amado teme y odia al amante, y con toda la razón. Pues el amante está tratando continuamente de desnudar al amado. El amante implora cualquier posible relación con el amado, incluso si esta experiencia sólo puede causarle dolor.
The Ballad of the Sad Cafe and other stories
Carson McCullers

viernes, 29 de julio de 2011

Será una mochileada cualquier otro día que no sea feriado

Y nos iremos lejos. Lejos de Lima, lejos de san marcos, lejos de ese aire que me sigue dañando y que ni siquiera eso quiero compartir. Y te obligaré a largarnos, te llevaré conmigo de la mano y la apretaré fuerte porque así lo necesita mi sinrazón y exigiré que me arrastres por todos los caminos por los que pasamos, que me arrastres como tu trofeo, porque eso es lo que soy, porque me has ganado no una sino varias veces, porque le has ganado al tiempo, a la  sensatez, al dolor, y a los malos recuerdos, porque le has ganado a uno, a dos o a tres más  que creyeron que podían venir después de ti.
Y tomaremos impulso desde los mismos lugares que recorrí dolida, porque  repasar y hurgar es mi única manera de expulsar el dolor, de hacerme inmune a él y porque casi todo lamentablemente me recuerda a esos días, malditos días en los que tú te ibas mientras yo te recordaba por todos esos caminos sangrando, prometiendo odiarte, jurando no volver a saber de ti
…Pero regresaste y como yo moría y mataba por ti, te recibo; pero la condición es que huiremos dos, tres, diez veces.  Te colgarás las pesadas mochilas con el dolor de ambos  en los hombros mientras yo sostengo mis miedos y los pasajes y nos iremos, nos miraremos en el balcón del tercer piso de la facultad y me abrazarás... y así volaremos…y así huiremos.

lunes, 20 de junio de 2011

XVI

Sí, soy tu Lucrecia de las uñas terriblemente pintadas.
la chica que lee de todo y sólo escribe de ti.
Tú eres el curioso que hurgaba en mi vida
el stalker de las reacciones tardías.

(Muy tardías)

No interesa, caminas a mi lado.
Soy feliz.

(No es prosa, es mi cabeza)

martes, 7 de junio de 2011

Actualización (*)

Aún pienso en él a diario, aún le dedico estados en el msn, aún le hablo, aún mi "en qué estás pensando?" del facebook se llena de él, aún espero cada viernes que me invite a salir un sábado, aún salgo tardísimo el sábado esperando casi siempre hasta las 11:55 pm que me diga "no vayas, sal conmigo", aún me levanto, vivo y me acuesto pensando en él, aún sueño con pasear de la mano con él por el malecón de miraflores, por barranco, por somewhere only we know* o por el lugar más putrefacto de Lima, pero la idea es que sea con él. Su presencia todavía me flaquea, su cercanía hace que me muera por robarle un beso.

Así que no.

No puedo todavía poner la moraleja de la historia.

No podré dictar cátedra de "Como olvidar a alguien"

Aún.


(*) a varios meses en donde se (él) decidió que deberíamos ser amigos. Decidí que escribir de él sólo mantendría vivos mis sentimientos. No escribir, salir, conocer a otras personas...se puede decir que lo he intentado casi todo...Sigo perdiendo.

sábado, 9 de abril de 2011

'Podemos ser amigos?'

-Y bueno, le dije que sí. Que lo somos desde siempre...y ahora hasta lo tengo en el face...

- Créetela si quieres pues, pero él fue una mala persona contigo, se aprovechó de lo que sentías, te hizo mierda la vida y tú sigues llorando por él. Deberías odiarlo un culo, borrarlo, eliminarlo, huevona. Anda búscate tu 1% de dignidad... Ahora son 'amigos' porque él lo quiere así. Eres una cojuda, sigues bailando a su ritmo.

domingo, 27 de marzo de 2011

No más

- Lo ideal es no hablar de él.  Al hablar de él le das un contexto en tu cabeza, creas una realidad inexistente, que únicamente crees y vives tú. Al dejar de hablar de él, verás como su espacio en tu mente va reduciéndose.

y escribir,  cuenta?

- Ajá. Lo intentaré.

jueves, 17 de marzo de 2011

Parce que (II)

Podría decir que no eres para nada especial, pero sería una mentira manifiesta por todo lo que representas en mí.

Y es que aún no quiero mentirme
y es que aún no quiero odiarte

¿Tiene acaso el derecho la persona que dice amar a extirpar de su vida aquello que siente y expulsarlo en un exceso de rencor?
¿No es justamente ese sentimiento de pertenencia egoísta el que lleva a eso?
El presupuesto aniñado 'no eres mío; entonces, muérete' , no es acaso propio de aquellos que únicamente se encapricharon?

Y la verdad, es casi en ese estado en el que caí luego de tantas veces, tantos días y meses. Porque el cuerpo también se cansa: de pensarte, de llorarte, de extrañarte, de esperar; pero el alma no, ésta se reconforta con muy poco, con el mínimo de comunicación y señal de vida ( 'vive, todo está bien')

Y bajo la sombra de esto me baso y puedo decir que lo esto que siento no puede ser más puro o más real.

Como el amor filial, como el amor del padre hacia un pródigo, admitiéndolo sin más motivo que el de la felicidad que causa su regreso, como el de la madre recibiendo a su recién nacido a quien ama por el sólo hecho de existir sin deparar en los problemas, gastos, decepciones o tragedias que le pudiera traer, como la amistad de los niños, de esos que se pelean a muerte con la firma intención de no volverse a hablar y al segundo vuelven a jugar, rencontrándose, mirándose, imaginando y sin rencor .

Porque sólo perdona quien olvida y sólo olvida quien ama.

La dignidad, el orgullo y demás prejuicios generados por la necesidad humana necesaria (?) de librarse de ese otro tipo de esclavitud ( el de la dependencia ) no caben de ninguna manera, cuando lo que sientes es eso tan definitivo. Porque la esclavitud nunca estuvo en cadenas, estirpes o estratos sociales; es un estatus creado por la mente, son cadenas propias del alma que llevas con complejo de heroína de la historia...al sentirme, no inferior a ti, si no inferiror a la fuerza de ese Sentimiento.

Soy esclava de eso....aún.

lunes, 7 de marzo de 2011

Ocho del Tres

Me han tratado de estúpida no una sino varias veces y en todas esas he fingido serlo.

He fingido felicidad, he fingido llanto, he fingido amor y sí también eso otro.

He sido enamorada de tres (o dos?), novia oficial de sólo uno y juguetito de otro.

Me han dicho linda, gordita, flaquita, bebita, mamita, monguita, mi amor…y me dio asco el que no fue diminutivo.

Me han hecho llorar de felicidad, de excesos de ternura, de desafecto, de rabia y de ya no poder más.

Me he levantado de mi cama, bañado, depilado, maquillado y vestido  para cualquier fiesta ( real o impuesta ) a pura fuerza de la inercia, a pesar de estar hecha mierda y con esa terquedad de no querer caerme he ido a la oficina, me he sentado en mi escritorio, he prendido el monitor y he empezado mis días;  y cuando me he cansado de fingir he terminado corriendo con taco 9 de la misma oficina hacia el baño para llorar por un hombre, por mí y por razones que ya no existen.

Con la cara lavada, un poco de base debajo de los párpados,  he salido de los baños de mi facultad para seguir mintiendo y lucir invencible...

… y con los pies dramáticamente demasiado bien pegados al  suelo aún continúo soñando todos los días.

Salúdenme, mierdas.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Se sentía bien

El reposar mi cabeza entre tu brazo derecho y tu pecho, cerrar los ojos disfrutando los minutos contados del después, ver las sábanas desordenadas y restos de ambos en ellas, sentir latidos, ruiditos, respiración, roquidos, olores, sudor, viendo cómo tu vista dirigida al televisor se desviaba hacia el piso y se perdía, preguntándome si tú tal vez...

No, mejor no. Mejor sueño sola.
Duermo.

lunes, 28 de febrero de 2011

Parce que... (I)

Lo que pasa es que a pesar de que yo no era del todo feliz, mi mundo tenía color.
Era una soledad tranquila, buscada, reconfortante y cómoda.
Tú eras el elemento gris ahí que me descuadraba...
un ente cercano sólo físicamente.
Aquel que no era parte de.

Te vi y me sentí sola.
Te vi y era una urgencia anexarte.
Y por distinto, te quise.

[Respondiendo a tu pregunta de la madrugada del 24 de julio] 

lunes, 21 de febrero de 2011

Motivo

"El facebook y mi diario en word me quedan chicos. No pretendo relatar una historia. Escribir aquí sólo es una catarsis personal para no terminar gritando sentimientos no recíprocos. Un fail, la verdad"

Consideraría que es descripción suficiente para sustentar la existencia de otro blog personal más congestionando la red. Pero no siempre es satisfactorio para muchos:

El tratar de huir del todo de una situación sobre la que ya no tienes ningún control te lleva a muchas cosas: a vengarte (de él), a transformarte (generalmente para mal) o a volver a caer (que es mi caso).

Creo que no me estoy explicando, pero tampoco intento ser tan explícita. Simplemente diré que todo lo que no digo en su cara (o al menos lo que ya no debo volver a decir) irá aquí, en cada post. El blog inicia con una persona, con su historia o bueno, al menos la que dejó en mí. Con una ilusión con un desengaño y con algo tan definitivo como la muerte. Fueron sentimientos y certezas que sólo pude tener luego de vivirlas, luego de sentir que en 7 meses él me había echo crecer 7 años.

No espero llenar esto con historias de autoayuda o superación personal ante una persona que hace daño. Soy conciente que no me hace bien, pero aún hay eso* como sea que se llame.
Pero así como inicia con él, el blog también terminará con él. Es mi manera de desgastar lo que siento, todo con la firme esperanza y deseo de algún día cansarme de escribirle a la nada, de hastiarme de contar su historia entre teclas, pantallas y cigarros a las 2 de la mañana. Hasta que él se apague como mi pc, hasta que ya no me salga nada, ni bueno ni malo...

Por eso.

sábado, 19 de febrero de 2011

Datzibao

Encontré el poema en uno de los archivos de word que utilizo a manera de diario. Lo leí un día seguramente de casualidad y como hago con todo aquello que me gusta, lo hice mío. Supuse que algún día necesitaría esas líneas. Mi visión no me falló. Las necesito, las necesité y por lo menos las utilizaré por un buen tiempo:

De pronto perdí todo contacto contigo.
Ya no pude llegar al teléfono, recordar ese número y llegar a tu casa que no conocí.
Ya no pude volar sobre ti como todos los días a las tres de la tarde
estas pobres alas no dieron más
y aquí me tienes ideando estas líneas que reflejan mis ojos cansados
de ir caminando con la mente y las manos repletas de yerba.

Yo fui el primer sorprendido.

La extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho
y corriendo uno detrás del otro entre las matas y bancas del parque.
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos
y por esto fue que conocí tu ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos
y amé todas tus cosas
y tu mirada angustiada y esa seriedad para responderme a ciertas preguntas y cuestiones que nos diferenciaron para siempre de las personas nacidas antes de 1950
tu maravilloso instinto agresivo desarrollado contra los males del tiempo
y portándote como en la más furiosa embestida
en la batalla por un lugar en el taxi que nos alejó miles de cuadras
más cerca de la pasión de la vida
hoy miércoles y no otro día.

Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro
y más que nada empezar a ser uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia.
Tú por todo lo que para mí reflejabas lo más claro, eres mi sopor
antes de echarte a gritar por estos sitios malditos
aún después de haber transformado esa palabrita bestialmente lúcida
en una flor obsesiva que yo no quiero acariciar ni comprender.

El suicidio, mi amiga, es una espera maldita
como puede ser aguantarnos un par de horas más en el parque
en medio de un viento furioso que pugna por arrancar de raíz lo más nuestro de nosotros
y tú junto a mí convertida en mi aliento escuchándote aprendiendo
de ti a la Molina no voy más
esa canción negra arde en mi pecho, me aplasta, levanta,
avienta a decir no contra todo.

Cada uno recuerda su primera caída.
Cada uno recuerda paso por paso los pasos que fue dando y los que no dio
porque en uno mismo está el propio enemigo.
Y yo me levanto para luchar contra mí - y me tengo miedo.

Lo perfecto consiste en desabotonarnos el torso
mientras vamos salvajemente penetrando en esta selva de arenas movedizas
y tu vida o mi vida no ruedan como esas naranjas plásticas que eludimos
porque tú y yo somos carne
y nada más que un fuego incendiando este verano.

La vida se abre como un sexo caliente bajo el roce de dedos
reventando millares de hojas tiernas y húmedas,
y no dijimos nada pero exigíamos a gritos destruir la ciudad,
esta ciudad, ese monstruo sombrío escapado de la mitología
devorador de sueños.

Y el musgo creció como un verso clarísimo en tus ojos.
tú querías leer mis poemas, aferrarte a ese instante de dulzura
donde jamás hubo límites entre uno y otro ser
y fuiste sólo una muchacha que pasó por mis ojos silenciosamente, pegada a mí,
a mi secreta manera de enredarme en las cosas
de explicar un mundo indeciso sembrado con piedras
Yo que creí que nada era nada en cualquier lugar de este mundo
y de pronto me di con tus sueños como con un golpe de mar sobre el rostro
y luego adiós porque todo y nada puede explicarse en el amor
y porque todo y nada se explica en nosotros y con nosotros.

Enrique Verástegui. De ¨En los Extramuros del Mundo¨